Hay días en nuestra vida, que nos cuesta sonreir; en que las horas, no pasan como de costumbre, sino que pesan, duelen, cansan. Y tratamos de reflexiónar pero la confusión no te deja llegar a ningún lado.
Es como si nuestra alma, se hubiera ido fuera de nosotros. Que no encontráramos dentro nuestro, ningún espacio donde exista paz o sentir paz.
Y nos preguntamos ¿Por qué tener que sufrir en la vida?, para luego comprender que:
En el sufrir es que se aprende; y aprendiendo, se empieza a crecer; y cuando se crece, uno se siente mucho mejor; y al sentirse mejor, se puede mirar hacia atrás; y al mirar hacia atrás, puedes ver y dejar en el pasado una historia la cual ya esta cerrada. Todo termina, algún día.
Y se puede mirar hacia adelante, para comenzar nuevamente. Y cuando se llega a ese momento, es posible abrazarse a uno mismo, encontrarse y sonreir.
Este año ha sido uno muy dificil para mi, pero en el camino he aprendido a levantarme, a entender que Dios me sustenta. He visto quienes son mis amigos y quienes solo son piedras que nos hacen tropezar.
En la vida, hay muchos momentos difíciles, pero todo termina algún día, y las horas se llenan de luz y de vida, y el viento comienza a soplar a tu favor. No debemos de preocuparnos pues, el peor día de tu vida sólo durará 24 horas
Es mas, llegamos a entender que para que Dios llene tus manos con algo mucho mejor, primero debe quitarte lo que llevas en ella aunque pienses que lo que tienes es bueno.
Por eso estoy hoy muy seguro que Dios tiene algo mejor para mi, mejor dicho, ya El me ha dado algo mucho mejor.
Lo pasado es historia, El futuro esta por llegar, ahora lo que importa es mi presente.
