
Después de algunos días y sin que lo buscara
lo encontré en un rincón del dormitorio
acurrucado: habías dejado tu amor
abandonado.
pobrecito. Lo alimenté con un par de
recuerdos que tenía almacenados y lo dejé
dormir en el hueco que habías dejado en la
almohada. Algunas noches me hacía
compañía mientras escuchabamos tu música favorita.
Un par de veces pensé en llamarte para que vinieras a buscarlo.
En serio ... lo lamento, creeme.
Pero llegaste tarde.
se murio de frio cundo llego el invierno.
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